viernes, 24 de febrero de 2017

"TODO LO QUE TENGO". Por PAOLA ACOSTA.


                           

                       TODO LO QUE TENGO

Tengo el amor como dueño de mi verso y mi palabra,
navegando por el mar de su existencia,
lo veo reflejándose a sí mismo,
como un niño tierno desvalido,
esperando la caricia cual limosna piadosa del desdén.
Tengo los recuerdos con la luz perversa de la nostalgia,
en la atrevida timidez de la memoria,
asomándose en las tardes de verano,
y hace su sombra más grande
con el ardor de una eterna pasión.
Tengo la ternura en lo natural
perpetuada por emociones inverosímiles
destinadas irrevocablemente al fracaso,
y entre mis manos las grietas del tiempo
y los días de gloria han prevalecido,
mientras los miedos han dormido un largo sueño,
sólo despertando para carcomer ferozmente
los huesos titubeantes de la vida.
Tengo la fe fortalecida en el espíritu
con la esperanza de un Dios justo en la verdad,
y no nace en las frustraciones de los hombres
heridos por los intereses banales.
Tengo la poesía como dulce locura,
y su fruto delicioso
alivia lo áspero de los días,
que duelen en sus sabios desvarios.
Tengo como consigna el aprecio a mis penas y a mis pesares,
con la sonrisa en el rostro como perfecto contraste,
acompañándome en el camino hacia el sepulcro,
como quien va con la certidumbre
de una libertad adversa,
deleitándose en su escudriño y paisaje.


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