miércoles, 20 de julio de 2016

SEGUNDA EDICIÓN DEL POEMARIO "HADEN" DE DANIEL DÍAZ ESCURRA, POR VERÓNICA MORANTE ROSSEL Y JOSÉ BELTRÁN PEÑA








VERÓNICA MORANTE ROSSEL:





Daniel Díaz Escurra, nos da la posibilidad de realizar un viaje hacia un lugar al que siempre debemos ir y regresar nosotros mismos, para encontrarnos desnudos y desarmados frente a nuestra propia miseria pero también en nuestra grandeza.

Este es un poemario impúdico, no porque sea indecente, obsceno o inmoral, sino en el mejor sentido de la palabra, este poemario es valientemente atrevido, provocativo. Con su palabra, el poeta, no teme llevarnos de la mano y hacernos transitar a través del dolor pero también del amor, que creo son los dos grandes maestros de la vida. Díaz Escurra, nos va a colocar frente a frente, sin pudor, de una manera descarnada, ante espacios en donde somos vulnerables, abiertamente humanos. Considero que este es un acto de humildad y valentía de su parte.
1.       HADEnS

En la primera parte del poemario descendemos hacia el inframundo de HADEnS (pone énfasis en Hades, ese lugar invisible que para los griegos estaba destinado a los muertos y que no necesariamente era el infierno). Me parece muy interesante la colocación de este espacio porque creativamente nos entrega también indicios de vida, la idea de muerte pero con posibilidad de vida.

Y sí, a través de HADEnS es inevitable descender porque el dolor nos hiere en su máximo punto, nos hace perder el sentido.

Aquí seis poemas subtitulados como Kamikaze nos arrojan estrepitosamente, cual suicidas, hacia el deseo de desaparecer. Y surgen las dudas y las preguntas ¿qué nos sostiene ante el dolor, ante la nada y el vacío? ¿Qué nos sostiene cuando nos quedamos sin voz, con ausencias, graves, nulos, heridos, enquistados en un pasado? Cada persona tiene sus respuestas y estas a su vez se tornan pulsaciones de vida frente a la muerte.

El poeta, a su modo, resuelve estas interrogantes en los tres poemas que componen, Cuando baja la marea, en donde la fe es el eje  principal asumiendo que no se puede descender más, que vale la pena seguir y que es momento de buscarse y salvarse. Es momento de dejar el mundo subterráneo, oscuro, para retornar a la superficie de la tierra, para acercarse ya no a uno sino a los otros.

El retorno es en Soledad y no será fácil. Habrá intentos y caídas, luz y nuevamente oscuridad, avances y retrocesos, resignación y rebelión, miedo y coraje, pero el camino de salida está señalado tenuemente por la esperanza.

Se insertan aquí las dos últimas partes de HADEnS: Tercera piedra, Tercer intento y Claroscuro, en este último aparecen los términos: escribir, ideas, poemas, Vallejo, Neruda, cuenta nueva, borrón y escritos.

Es maravilloso descubrir a través de ellos que finalmente será la escritura, la poesía asistirán y acompañarán al yo poético, sin saberlo, en este proceso sanador, de reinvención. Se espera un nuevo día para escribir.

INTERMEDIO

Los intermedios nos pueden sugerir una tregua, un descanso, un alivio; pero inusualmente en esta parte el poemario se rompe en mil pedazos, hay un quiebre con la presencia otra vez de la muerte, pero esta no ha sido convocada o como deseo propio sino que arrebata súbitamente, de cuajo, al Padre.

Este intermedio es también la reivindicación amorosa de la figura paterna, expresada con una brutal ternura. El poeta ata magistralmente al padre, a la casa, a la sala, a la cocina, al patio, a los focos y tuberías, a los techos, a las paredes, a las fotos, a la música, a los bailes, y cómo no, a la esposa y a los hijos. El mundo cotidiano busca desesperadamente hacerse presente en el otro mundo inaccesible, abstracto, lejano de la muerte. Es tal vez el deseo vano pero tan humano de prolongar la existencia terrenal. Son ocho poemas, imperdibles que no debemos dejar de leer y releer.

2.       HaEDEN

Arcadia era una región de la antigua Grecia. Con el tiempo, los poetas la relacionaron con un lugar perfecto en donde era posible encontrar la felicidad y la paz en contacto con una naturaleza idealizada. Esto podría hallar su correspondencia en lo que en algunas culturas han asociado con el Edén, el paraíso prometido. Lugar en donde el dolor no tiene cabida. Nuestro poeta centra esta última parte del poemario en esa idea del Edén, nos ha llevado desde el Hades por un camino de perdidas y también de hallazgos, demostrándonos que para ascender es vital mirar desde adentro y desde abajo.

En HaEDEN, encontramos al amor como elemento liberador, pero que también tendrá internamente su propio hades, sus intermedios y su propio Edén.

El lenguaje se abre utilizando nuevamente elementos de la cotidianeidad, pero con una ingeniosa profundidad a la sensualidad, al éxtasis, a la admiración, a la esperanza, pero también al desgarro, a la soledad, al miedo, a veces a la resignación. Aunque finalmente se entrega a esa proceso que pareciera eterno: el deseo de seguir amando y de ser amado.
No encuentro mejor ejemplo que el poema, Punto final, que en realidad no cierra sino abre esas posibilidades infinitas al amor.

El escritor uruguayo, Eduardo Galeano, comentaba en una entrevista que en la vida humana somos un mar de fuegos, que ninguno es igual al otro, cada persona brilla con luz propia pero de distinta manera. Pero existen unos fuegos que arden la vida con tantas ganas que no se puede evitar mirarlos sin parpadear y quien se acerca se enciende y se ilumina. Esto es lo que ha logrado el poeta Daniel Díaz Escurra, HADEN, no es oscuridad, HADEN ya brilla con luz propia y solo está a la espera de que te dejes sorprender, iluminar e inspirar.






JOSÉ BELTRÁN PEÑA





Desde el título del poemario, Haden,  podemos comprobar el talento de Daniel para colocar o inventar títulos, es como César Vallejo puso a uno de sus poemarios, Trilce, un maravilloso neologismo. Y en verdad ese talento y alta sensibilidad para la poesía, lo ha demostrado anteriormente con sus poemarios,Garúas de verano,  en el año 2012, y con, En XX days, en el 2013.

Definitivamente nuestro poeta Daniel Díaz Escurra, es un poeta del amor, y por favor cuando digo amor no es solamente en el plano sexual o erótico, sino que va más allá, trascendiéndolo  en todas sus facetas, luces y oscuridades, como por ejemplo, el amor más allá de la propia vida mundana y pasajera, o sea el amor en la muerte y con la muerte (existencial, religioso, artístico, social, familiar, personal), leamos:

Es un poeta nato puesto que los auténticos son inconformistas con el mundo y el tiempo que pisan, con los que les toca vivir  y están rodeados, en donde no se escapa su propia poética de inconformismo:

Por eso soy el grito sin voz / el amor sin recuerdos. / Debí estar frente al mar / ser arena / ser gaviota / pero no el que escriba esto. (SIN VOZ)

Y sabe que su mundo, y su voz de recreación verídica no va a ser atendido por una mayoría de sus congéneres y no solamente por los estereotipos y las ausencias que han dado y brindan  la gente común y corriente al artista sino porque en la vida practica en estos tiempos, a nadie le importa nadie ni nada, menos aún a las nuevas generaciones robotizadas, alienadas y marketeras:

Me quedo hasta la madrugada / escuchando gritos de gallos / pasos de muertos
vientos tocando la puerta con sus dedos. (…) Soy vago, un vago de mierda / sé que en los poemas no debo decir lisuras / como yo en alegrías / como ustedes en esta ausencia. (AUSENCIA).

Nos recuerda en sus versos que el principio-fin  y el trabajo del poeta es escribir y reescribir, el de comunicar artísticamente, aún a costa de sus propios problemas existenciales que lo acosan y lo hacen tambalear:

“La mañana en mí pecho se suicida / colocando peces en lugar de aves en mi alma. (…) / Siempre amanezco así, peor, día a día. / Nadie se da cuenta, creo que debo existir. / Pero amanezco grave, muy grave / con unas ganas terribles de vivir al escribir. (GRAVE).

Nuestro poeta admira, haciendo silenciar a su propio ego, -pues muchas veces que hemos conversado aparte del ying y yang de la vida, es el de reconocer, admirar o detestar el aporte de otros poetas-, haciendo brillar e inclinarse, por ejemplo,  por la universalidad de nuestro gran César Vallejo, comulgando con la sangre y sus pulsaciones, el dolor, la incomprensión y del silencio haciendo bulla:

“Y sangraré mucho / lloraré por todos los años que no lloré y debí llorar. / Me dolerá mucho el pecho y (otra vez) / a nadie importará. (NULIDAD)

Otro ejemplo, es el poema kamikaze, en donde la sensibilidad del poeta es impulsivamente peligrosa y peligra sin espacios definidos:
“Parado en el filo oxidado del suicidio / me llaman desde la profundidad de los ombligos. / Hundido en la eternidad, espero no volver  / retrocediendo de espaldas al precipicio. / Vienen a joderme dolores / buscando cuerpos que nunca tuvieron
/ y almas que jamás tuvieron cuerpos”.

En un poema nos demuestra al desdoblamiento que posee todo poeta tal como lo sustenta y defiende el psiquiatra Teobaldo Llosa, y que lo debe tener y realizar  todo auténtico artista:

Tengo un corazón perdido que no es mío / sino del que escribe / a la vez también soy yo. (RAPTO)

En varios de sus poemas está la figura de Dios y sus personalísimos diálogos interiores de distintos pecados humanos, para pedir perdón, rescate, salvación:

“Dios, rescátame. Sé que no soy eterno. / Heridas abiertas, cicatrices del infierno. / Dios, sálvame. Sé que no merezco tus besos / pero me amaste, me amas, eso siento”. (RESCATE)

Y ha manifestado algo elemental del ser humano, que la voz de cada uno no nos pertenece porque mágicamente es la voz de muchos, del desorientado, del paso sin brújula:

“No tengo ni idea de lo que soy / mis palabras se tergiversan en el fondo / saben que muy en el fondo m / no pertenecen a mi voz. (SIN UNA IDEA)

Haciéndonos recordar dura y realistamente, que el ser humano es el más despiadado e insensible animal de la Tierra frente a los más débiles o enfermos, sinónimo para mucha gente de poder, que son fracasados o inservibles:

“Todos estamos enfermos / nadie ha venido a curarnos. / Si para abril no me recupero / muéranse en mayo. / No vengan, no iré / nadie acompaña a nadie en el eterno descanso”. (ENFERMEDAD).

También ha puesto sobre el tablero de la vida, la elevada sensibilidad que le genera al poeta el ser fisgón encantado de lo que está a nuestro alrededor y que muchos viéndolo no lo ven, todo esto genera preocupación, interrogantes y hasta depresiones azules:

“Quiero fumarme el alma / que den mil golpes a mi corazón. / Esta depresión que mata, nunca me mata / solo mata mi otro yo. (QUIERO FUMARME EL ALMA)

Y haciendo su apego humano con Vallejo (quien no necesitó el Premio Nobel para ser una extraordinario poeta), nos confía válidamente el prototipo de grandeza del amor más exquisito de Vallejo sobre el de Neruda, el chileno maestro del amor sentimental pero Vallejo del amor universal (dolor-pasión):
No puedo escribir de amor / hoy soy vallejo escribiendo  / ¿Cuándo seré Neruda borrando? / ¿Cuándo habrá cuenta nueva y borrón?”. (VALLEJO Y NERUDA).

Así como al poeta se le considera un loco, bohemio, perdedor, romanticón, etcétera, y que en honor a la verdad no es un defecto escucharlo sino es una maravillosa virtud, también aparte de ello podemos apuntar que es un mago, es un predestinado, es un profeta; es el ser humano que toca temas que la gente ni lo quiere escuchar ni experimentar poniéndose un velo con cabellos de miedo y silencios. Por ejemplo. el poeta sabe que la muerte es parte de la vida, en conclusión la muerte es vida, solamente que masivamente los humanos inclusive teniendo la religión que tuviesen, temen morir sabiendo que sus postulados religiosos manifiestan que irán a un paraíso o algo similar, haciendo que la fe trastrabille por nervios y mil interrogantes:

“Entonces, vivimos cuando cerramos los ojos  / y morimos cuando lo abrimos. // Veo estrellas muy lejanas a lo lejos / parece existir otro tipo como yo. / Entonces, ¿quién está vivo? / ¿Quién está muerto? / ¿Él o yo? / Un pedazo de vida cae sobre la esperanza / ¿y qué es la esperanza si no hay vida? / Y si no hay vida
¿qué es la muerte?. (PEDAZOS DE VIDA Y MUERTE)

Este trance que ha realizado Daniel sobre la muerte, lo construye a través de palabras en la figura y el canto que le realiza a su padre en el recuerdo graficado en la memoria y en la arritmia del ser hijo:

“Nunca te has ido / pero la casa se ve terrible. / No es que tu alegría no esté / sino que sin ti, el reír parece triste. / Me has dejado como en la foto / con un bebè en tus brazos. / Quisiera que vuelva ese tiempo  / para alargarlo y arreglarlo. (A MI PADRE).

También lo realiza con Chalo su amado hermano que sigue acompañando a la familia en casa y en las lágrimas de mamá:

“Una gigantesca tristeza no opaca en nada / tu sonrisa en la foto de la sala. / Estás vivo y vives en mí y en mis hermanos. / Mi madre llora al pelar las alverjas en el plato. (…) Pero hemos aprendido también / que no te has ido cuando te fuiste / sino que viniste a quedarte  / porque en realidad nunca partiste”. (CHALO)

Y para finalizar este tema de la vida-muerte-vida, apuntaré unos versos contundentes sobre la vida:

“La vida no debería llamarse vida / sino muerte./ Estamos al filo de sentir nada / y a pesar de eso uno se hiere. (UN CUMPLIDO)
En anteriores poemarios, nuestro poeta nos ha engalanado con versos de antología como: “Te he estado amando desde antes / que nazca la literatura”,ahora también sigue con la ambivalente temática, llena de recuerdos llenos de pasión natural y en voces hoy calladas:

Yo agarraba la guitarra de tu cintura  7 mis dedos como cuerdas te seducían. /Ahora estas tan lejana, fugazmente eterna / entre la selva de mi carne y el asfalto de mi fantasía. // Debí olvidarte hace muchísimo tiempo  / y no dejar que toques mi sexo nunca más / pero has venido entre fuegos y relámpagos  / lloviznando en mi ojos por toda la eternidad”. (UNA CANCION PARA MÍ)

Pero también es un poeta de su tiempo, haciendo una flash back de la zoociedad humana, el arte y sus propios impulsos:

“Mientras una pareja se rompe en el juzgado / y otra se jura amor en una iglesia / mi paciencia dislocada espera tus brazos / como el invierno apurado espera la primavera. (…) No deberíamos de movernos / la felicidad interfiere en nuestras piernas / entonces el segundo de eternidad es este lapicero  / y el orgasmo que disimuladamente sin darme cuenta inventas. (INVENTAS)

Asimismo es un gran defensor de la paz, este poeta amoroso de la vida y de la palabra cierra su concierto angelical y demoniaco, -metafóricamente hablando-, defendiendo la vida:

“Nunca me alistaría en el ejército / no quiero ser del tablero un peón / podría ser el caballo, una torre, un alfil / una reina, un rey en tu corazón”. (CONFLICTOS).

Hace 25 años, nuestro gran poeta –actualmente, el más extraordinario poeta vivo del Perú-, don Carlos Germán Belli, me dijo refiriéndose a mi trabajo creativo y cultural, “hay que encomiar el esfuerzo que haces, justamente cuando los demás jóvenes han vuelto las espaldas a su reino interior para ir en pos del becerro de oro”; palabras que en esta memorable noche y de fiesta literaria, quiero manifestárselas y compartirlas con Daniel Díaz Escurra, porque su trabajo con la palabra lo amerita, sus esfuerzos, -batallando contra huracanes y maremotos sociales, familiares y personales-, se imponen en sus sueños, y porque sus temáticas humanizan, encienden y fortalecen a la vida misma y el pensar de los lectores.


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